LIBRE AL FIN 

Otro gran dividendo que podemos esperar del hecho de confiar nuestros defectos a otro ser humano es la humildad, – una palabra frecuentemente mal entendida . . . – significa un reconocimiento claro de qué y quiénes somos realmente, seguido de un sincero intento de convertirnos en lo que debiéramos ser. 

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 62 

 

En mi fuero interno yo sabía que si quería sentirme alegre, feliz y libre, tendría que compartir mi vida pasada con otro individuo.

La alegría y el alivio que experimenté después de hacerlo es algo indescriptible.

Casi inmediatamente después de dar el Quinto Paso, me sentí libre de la esclavitud del ego y del alcohol.

Esta libertad permanece después de 36 años, un día a la vez.

Descubrí que Dios podía hacer por mí lo que yo no podría hacer solo. 

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