HONESTIDAD CON UNO MISMO 

El engaño a los demás casi siempre tiene sus raíces en el engaño a nosotros mismos . . . Cuando somos honrados con otra personas, tenemos la confirmación de que hemos sido honrados con nosotros mismos y con Dios. 

COMO LO VE BILL, p. 17

 

Cuando yo bebía, me engañaba a mí mismo respecto a la realidad, corrigiéndola para que fuera como yo la quería. Engañar a otros es un defecto de carácter – aunque sea una pequeña exageración o un «lavadito» de mis motivos para que otros piensen bien de mí. 

Mi Poder Superior puede quitarme este defecto de carácter, pero primero tengo que ayudarme a mí mismo a estar dispuesto a recibir esa ayuda, no practicando el engaño. 

Todos los días tengo que recordar que engañarme a mí mismo es sentar las bases para el fracaso o la desilusión en la vida y en Alcohólicos Anónimos. 

Una relación íntima y honesta con un Poder Superior es la única base sólida que he encontrado para ser honesto conmigo y con otros. 

Reflexiones diarias Página principal

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *