AUTOEXAMEN 

Antes de empezar, le pedimos a Dios que dirija nuestro pensamiento, pidiendo especialmente que esté disociado de motivos de autoconmiseración, falta de honradez y egoísmo.

ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 80 

 

Esta oración, cuando la digo sinceramente, me enseña a ser verdaderamente generoso y humilde, porque aun al hacer buenas acciones, a menudo examino mis motivos en todo lo que yo hago, puedo ser servicial a Dios y a otros, ayudándolos a hacer lo que ellos desean hacer. 

Muchas preocupaciones innecesarias son eliminadas cuando dejo a Dios a cargo de mis pensamientos y creo que el me guía durante el transcurso del día. 

Cuando tan pronto como entren en mi mente, elimino los sentimientos de autoconmiseración, de deshonestidad y de egocentrismo, encuentro paz con Dios, con mis semejantes y conmigo mismo.

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