¿COMO? ¿NO HAY PRESIDENTE?

Cuando se les dice que nuestra sociedad no tiene presidente con autoridad para dirigirla, ni tesorero que pueda exigir el pago de cuotas . . . nuestros amigos se quedan asombrados y exclaman, «Eso no puede ser así».

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 139

Cuando pro fin llegué a A.A. no podía creer que no había tesorero que pudiera «exigir el pago de cuotas». 

No me podía imaginar una Comunidad que no exigiera

contribuciones económicas a cambio de servicios. 

Fue la primera – y hasta la fecha la única – experiencia que tuve de recibir «algo por nada». 

Ya que no me sentía abusado o engañado por los A.A., me era posible abordar el programa sin prejuicios y con mente abierta. 

No querían nada de mí. ¿Qué tenía que perder?.

Doy gracias a Dios por la sabiduría de los cofundadores que conocían tan bien el desde que tiene el alcohólico a ser manipulado.

marzo Todos

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *