“NO ESCONDER NADA”
Las verdaderas pruebas de la situación son nuestra buena voluntad para confiar nuestros secretos y la total confianza en la persona que hemos escogido para compartir el primer autoexamen preciso . . .
Mientras tratemos de no esconder nada, nuestra sensación de alivio aumentará minuto a minuto. Esas emociones que hemos represado durante tantos años rompen su confinamiento y milagrosamente se desvanecen a medida que las vamos exponiendo.
Al disminuir el dolor, una saludable tranquilidad va a tomar su lugar.
DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 65-66
Cuando empecé por primera vez a asistir a reuniones de A.A., comenzó a desarrollarse una pequeña semilla de sentimientos aprisionados y entonces el conocimiento de mí mismo se convirtió en una tarea de aprendizaje para mí.
Este nuevo conocimiento acarreó un cambio en mis reacciones a las situaciones de la vida. Me di cuenta de que tenía el derecho de tomar decisiones, y la dictadura de mis hábitos personales lentamente iba perdiendo su fuerza.
Creo que si busco a Dios puedo encontrar una mejor manera de vivir y diariamente le pido a El que me ayude a vivir una vida sobria.
