Es cuestión de ponerse a caminar. Ya sabes, que si para recibir primero has de dar, que se recoge lo que se cosecha … Son dichos y que yo creo son verdad como muchos de los dichos.
Me voy dando cuenta de que donde cree vientos he recogido tempestades. Lo asumo y sigo adelante. Tambien habría que ver porque en ciertos sitios sembre vientos pero eso ya no es importante, no para mi.
Quizás los borrachos digan la verdad, yo no. Estando borracho, no .
Ahora se trata de querer estar al lado de la gente que quiero en su día a día. Si mi madre tiene algún tipo de problema me gusta estar ahí con ella y compartir estos momentos.
Porque estas circunscias ya se dieron en el pasado y no supe estar y cuando estuve … quizás mejor que no hubiese estado.
Ahora es distinto y en eso me centro, estoy ahí y plenamente consciente, a la hora y en el sitio que haga falta.
¿Y que hay de extraordinario en eso?. Puedes preguntar.
Nada, absolutamente nada.
feliz de estar recibiendo mas de lo que doy
Eso es lo que se debe hacer, ni más ni menos. Es lo que se espera de cualquiera. Es donde cualquiera quisiera estar.
Cualquiera menos yo que en los momentos en los que mi vida gira en torno al alcohol, entonces desaparezco. No estoy para nadie y suele costar dar conmigo. Y además sospecho que la gente que me quiere incluso lo prefiere. Prefieren mi ausencia a ese ser patoso en que me convierto cuando estoy borracho.
Esto es así desde hace ya algunos años, el alcohol dejó de ser algo divertido para convertirse en una pesadilla. Ya no era esa persona agradable y simpatica que en su momento fui cuando había bebido.
Ahora balbuceo y mis pensamientos no son claros, se me traba la lengua. Digo cosas que no tienen sentido y que a veces ni siquiera pienso.
Entonces … Me doy una palmadita y me siento bien, que de vez en cuando hay que darse una palmadita, que hay cosas que estoy haciendo bien y me hace sentir vivo.
Deja una respuesta