La entrada de hoy del libro de «Reflexiones diarias» de alcohólicos Anónimos habla de ser parte del todo. Pertenecer a algo, en su caso a la asociación.
Me viene al recuerdo leyendo esto la primera vez que asistí a una reunión de adictos.
Como en los primeros dias de abstinencia iba mucho a la consulta de mi psiquiatra, esta me recomendó ir a un grupo que hacian en el centro de salud una vez por semana.
Ni que decir tiene que me negue en redondo (parece ser que esto es habitual en los enfermos en recuperación). Sentía que yo debía andar mi camino y además me sentía muy bien, por primera vez estaba dejando de beber y veía todo de otro color.
Ser parte del todo y no pertenecer a nada.
No quería tener que compartir ni escuchar las miserias de nadie, supongo que estaba además influenciado por lo que había visto en pelis y series a cerca de estos grupos.
Lo que si hacia por entonces era buscar mucha información por internet, intentaba ver videos por YouTube y cosas así. En todos los sitios recomendaban la terapia de grupo y además mi psiquiatra insistía en ello.
Así que una tarde me presente allí.
Fue una revelación, tanta gente, cada uno con su adiccion (había adictos de todo tipo, alcohol, cocaina, tragaperras, al sexo …) y todos se llevaban estupendamente y se saludaban con cariño.
Cuando empecé a escucharles hablar aquel día, como hablaban, lo que decían y como lo decían ….
Ufff. No creo que nunca olvide aquella sensación, formar parte de algo sin conocer a nadie, puede sonar raro pero así fue.
También recuerdo que pensé: si todo el mundo en la calle hablasemos desde los sentimientos y con sinceridad, el mundo que hoy conocemos sería muy distinto.
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