hoy hablo del compromiso, 24 horas de compromiso conmigo mismo.
Este compromiso de mantenerme en abstinencia, solo por el día de hoy. Nada más fácil y nada mas complicado que esto. son 24 horas por delante en las que debo mantenerme ocupado.
Debo alejar el alcohol de mi mente, tengo que dejar de pensar en ello. No va a ser fácil. Si enciendo la tele saldran anuncios de cerveza, vino …. o vete tu a saber.
Si abro el buzón, como la semana pasada, aparece un catalago de vinos, ¿Un catalogo de vinos?. Viene metidito en un sobre y muy bien empaquetado, sin mi nombre pero con mi dirección.
El compromiso de 24 horas puede parecer poco, pero a veces se hace interminable.
Si salgo a la calle de repente veo una lata de cerveza aplastada en la cera y mi cerebro se pone a mil. Si eres enfermo alcoholico sabes a que me refiero. Si no, a lo mejor te sirve para hacerte una idea de como funciona este cerebro adicto.
No es nada fácil sacar el alcohol de mi vida aunque sea por 24 horas. Pero lo peor no es eso. No son los estímulos externos.
Yo soy mi mejor amigo y me peor enemigo, parto de esa base. Por lo general no son siquiera necesarios estímulos externos, mi cerebro ya se encarga el solito de generarlos.
En fin estas cosas pasan. No puedo aislarme del mundo y aunque pudiese no podría hacerlo de mi mismo, toca hacerse a la idea y buscar mis mañas para que esto sea lo mas llevadero posible.
Ahora escribo esta entrada y me acuerdo del alcohol, me acuerdo pero no hay deseo. Esta debería ser la forma de asumirlo para poder cumplir con el compromiso de 24 horas sin tener que pasarlo mal.
El libro de las reflexiones se refiere al compromiso con los doce pasos, de como la vida puede girar en torno a ellos y ser una vida edificante y yo lo creo.
En el fondo seguir los pasos de alcoholicos anónimos aun para alguien sin ningun tipo de adicción ya sería gratificante, según lo veo yo.
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