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Algunas frases de «Lagunas» de Sarah Hepola

En esta entrada quiero recuperar algunas frases del libro de Sarah Heopla, «Lagunas», del que ya hablé en otra entrada pero para que no quedase muy largo preferí hacer una para comentar el libro y otra para poner algunas de la frases que subraye cuando lo leí.

Hay muchas novelas que uno lee y se ve claramente que el escritor no sabe muy bien de lo que habla, no se ha documentado, vaya. Esto pasa tambien en el cine.

Si no sabemos acerca de algo se puede pasar por alto y ya esta, pero cuando alguien sabe aunque sea un poco acerca de algún tema, si lee algo y no esta bien documentado se da cuenta enseguida.

Este no es el caso de Sarah Hepola. Cuando lees su libro, no solo te sientes identificado, te das cuenta de que esta escrito por una alcohólica, si no, esa riqueza en detalles y experiencias no es posible.

Hombres y mujeres alcohólicos

“Las lagunas que los hombre y las mujeres cuentas son diferentes. El alcohol nos desnuda y deja a la vista nuestros instintos mas bajos. Nuestro rabioso yo animal. He oído incontables historias de hombres que al despertarse tienen magullada la cara y sangre en los nudillos, por algún episodio violento que han olvidado.»

«Las historias que cuentan las mujeres son aterradoras pero de otro modo. Tal como dice Aaron White: Cuando los hombres se ponen ciegos hacen cosas. Cuando las mujeres se ponen ciegas se las hacen a ellas”.

lo que el alcohol me dió y me quitó

“La bebida me había salvado. Cuando era una niña atrapada en la soledad, me dio un escape. Cuando era una adolescente mordicada por la timidez me dio fuerzas. Cuando era una joven insegura de mi valor , me dio valentía. Cuando estaba perdida me dió un camino: el camino hacia la siguiente copa y donde me llevase. Cuando triunfe, lo celebro conmigo. Cuando lloré me consoló. E incluso cuando todo lo que había hecho me torturaba, me ayudo a olvidar.”

“Habia querido que el alcohol me diera valor, pero cuando llegue a la mitad de la treintena, estaba asustada a todas horas. Asustada de lo que había dicho o hecho durante mis lagunas. Asustada de tener que parar. Asustada de vivir sin alcohol, porque la bebido había sido mi herramienta mas fiel.”

“Los verdaderos borrachos esperan, atentos al momento en que tocan fondo. Tu cara choca continuamente contra un muro de ladrillos, pero esperas poder destrozártela y seguir tu camino. Quedar herido pero no destruido. Es una apuesta, ¿Cuantos riesgos quieres correr?, ¿Cuantos percances necesitas?”

lagunas alcohólicas

“Lo ultimo que recuerdo es el eco de mis tacones, constante como un metrónomo, retumbando en el vestíbulo. Y después ya no recuerdo nada. Nada de nada.

«A veces me pasa. En medio de una escena cae el telón y me deja minutos, en ocasiones horas, a oscuras. Aunque cualquiera que me viera no se daría cuenta. Simplemente vería a una mujer caminando, sin saber que su memoria se ha partido por la mitad”.

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